viernes, 19 de septiembre de 2008

Perfume

Cuando el aire sopla suave emana un olor exquisito
es frescura de montañas, cristales amatista, turquesa azul y malaquita.

Imagino que un anciana mezcla pociones de hierbas aromáticas
que va colocando en un cazo al abrazo de los carbones rojos. Esa es una tarea que realiza cada día al despuntar el alba. Luego en
frasquitos morados va guardando la esencia que envía a través del viento, luego surge una música que va y viene de la antartida a la selvas, desiertos y mares, cielo, tierra y espacio.

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