martes, 12 de mayo de 2009

Fluir

Encontrar cada mañana la inspiración para abrazar el nuevo día, es una tarea individual, ningún ser humano, objeto o circunstancia puede programar el estado de cada uno. Ya que somos nosotros mismos quien le escribimos la nota musical a nuestra maravillosa vida.

Dejar fluir es permitir que los ríos lleguen al mar en donde el océano turquesa matiza y transforma.

Fluir, dejarse llevar, aceptar cada acto como benditas oportunidades para crecer como seres espirituales únicos e irrepetibles. Cada ser humano trae consigo un deposito que lleva los dones que Dios le ha otorgado, lo fantástico es que nos toca a cada uno descubrirlos, mostrarlos al mundo y dejarlos fluir como semillas que tienen un gran destino crecer, desarrollarse, dejar huella y disfrutar la vida, el gozo de la vida.

Alicia Ch.